lunes, 11 de septiembre de 2023

Una fiesta que cumple 10 años

 

Poetas invitados en esta edición
Luis Benítez (Buenos Aires), Cecilia Pavón (Mendoza), Bárbara Alí (Buenos Aires), Rolando Revagliatti (Buenos Aires), Ricardo Luis Trombino (San Juan), Juan de la Maza (España), Rubén Valle (Mendoza), Luis Ábrego (Mendoza), Carlos Vallejo (Mendoza), Luis Alfredo Villalba (Mendoza), Paula Seufferheld (Mendoza), Daniel Fermani (Mendoza), Sergio Pereyra (Mendoza), Alejandra Adi (Mendoza) y Sofía Luz Bordallo (Mendoza).

Historia
Fue a principios de 2007 cuando, en una tarde como tantas otras que pasábamos intercambiando mates y poemas, con Hernán Schillagi nos propusimos celebrar un encuentro de poesía en Mendoza. Ambos estábamos entusiasmados con eso de proponernos algo y llevarlo a cabo, aun en tiempos adversos: en 2002, por ejemplo, echamos a andar un proyecto editorial, Libros de Piedra Infinita, que aún hoy sigue vigente. Así que acudimos a oídos atentos que nos dieron apoyo oficial para llevar a cabo el encuentro en una fecha inminente. No fue tan rápido todo, sin embargo. Habían pasado seis años ya y, con Hernán sin tiempo para hacerlo, me puse al frente del Festival Internacional de Poesía de Mendoza cuando desde el gobierno de la provincia, en ese entonces, decidieron apoyarlo e insertarlo en el marco de la Feria del Libro 2013.
Desde aquel primer festival han pasado ya, ahora, 10 años. Se sucedieron, desde el inicio, seis ediciones consecutivas: 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. Después de un tiempo en que el festival no recibió apoyo para su realización, el Ministerio de Turismo y Cultura de Mendoza me convocó nuevamente en 2022 para una nueva entrega: al parecer, lo que se realiza sobre buenos cimientos impone su fuerza.
Por las sucesivas ediciones de este encuentro, que tiene a las lecturas de poesía como centro, han pasado autores como Ernesto Cardenal, Jorge Leonidas Escudero, Liliana Bodoc, William Ospina, Santiago Sylvester, Claudia Masin, Rafael Felipe Oteriño, Liliana Lukin, Santiago Kovadloff, Susana Cabuchi, Mi-hee Jo, Reyna Domínguez y Luis Benítez entre muchísimos más.  
En los sucesivos encuentros, el propio Hernán Schillagi me acompañó en dos ocasiones en la dirección, una de las cuales contó, además, con Marta Miranda en el mismo cargo.  
Hoy, con la celebración de una década y la confirmación de la vigencia de este encuentro, más poetas se suman a lanzar su palabra al aire, en una tierra que es sinónimo de vino y de cosecha, pero también de poesía.

creador y director del festival

Luis Abrego

Luis Abrego | Fotografía: Camila Toledo.


Luis Abrego, nació en Mendoza en 1966. Escritor y periodista. Es licenciado en Comunicación 
Social y profesor titular en esa carrera de la Universidad Nacional de Cuyo. Fue uno de los fundadores, junto a Teny Alós, Patricia Rodón, Rubén Valle y Carlos Vallejo, del grupo Las Malas Lenguas con el que realizaron numerosas presentaciones de distintos poetas durante los años 90. Ha editado Letanía beat, de editorial Diógenes, poemario con prólogo de Andrés Calamaro (1998). Está incluido en la antología El insulto, testimonio de 39 escritores de Mendoza (1991) y ¿Pena de muerte? (1992), ambos de Ediciones de la Sopaipilla. Participa del libro Mitos y leyendas cuyanos, de Editorial Alfaguara (1998). Tiene aún inédito La estafa del deseo y (Sic) Actriz. Como periodista ha trabajado en diversos medios de comunicación de Mendoza y ha realizado diversas coberturas en el país y el exterior.


ATENTADO

Perder la ilusión.
Palpar la aspereza de las cosas.
Robar un siglo como un banco,
o animarse a desentrañar 
El espacio que queda libre
entre los escombros.
Después del polvo,
y con el cuerpo impregnado en vapor,
alzar la frente.
Cazar un instante.
Que se sabe,
no será eterno.
En el fondo,
todo es maldita imaginería,
tedio
o simple pérdida de tiempo.
Nadie se ata con su propia cuerda.
Ni aún el más idiota de los suicidas.
Siempre nos empuja la desazón del abandono.
La extraña apariencia que asume la salvación.
Apenas si sentimos
que la vida pasa a nuestro lado:
ladina, esquiva, malhumorada.
Tiempo al tiempo.
Marea tras marea,
la luz se hace vértigo
y nadie paga lo que no hicimos.
Los cielos se desploman como un edificio bombardeado
cuando conversamos con nosotros mismos.
Nadie sale indemne,
ni siquiera nuestra alma.
Esa vieja conocida que nos atormenta
cada vez que abrimos los ojos.
Cada día tiene su esquirla,
y el futuro
es trotyl en nuestras sucias manos.


BICENTENARIO

Tuvimos todo el éxito que se le puede pedir al fracaso.
Tuvimos todo, en exceso: las salidas de emergencia,
los envases descartables y el vino adulterado.
Tuvimos milagritos.
Mil, a gritos.
Tuvimos ese muelle que se hacía tormenta
allá en el extremo.
Tuvimos sociedades anónimas,
servicios sociales,
correos argentinos y gases del Estado.
Tuvimos la patraña de los próceres.
El festín de los que no toleran más ser olvidados.
Tuvimos la razón de los insanos
y la fuerza que sólo se le atribuye a los enclenques.
Tuvimos hojarasca, barbitúricos
y el pelaje que perdió el caballo de Troya.
Tuvimos sociedades de fomento 
y damas de beneficencia.
Tuvimos un par de guerras
(sólo por amor).
Tuvimos víctimas, plagas y tragedias.
Nada que dios no borre con sus ojos en un abrir y cerrar.
Tuvimos cruces con el diablo y romances con sus hijas.
Tuvimos la sed que produce la distancia,
el enorme Zonda que es mi boca sin tu beso.
Tuvimos medianeras para medir nuestra mediocridad.
Relojes especiales para perder el tiempo.
Balanzas que pesan bolsas de plumas
Y un artefacto extraño que mide los miedos
llamado simplemente “misterio”.
Tuvimos bandas de músicos, artistas en gira,
domadores del instinto indomable.
Tuvimos campos de flores, pequeñas osadías,
el riesgo de la melancolía.
Tuvimos carteles de publicidad,
compra y venta de autos,
libretas de salubridad.
Tuvimos el vértigo en las mejillas, la falsa dicha de la felicidad.
Tuvimos el rastro, la intuición, la confianza,
la clara certeza del corazón.
Tuvimos abusos, sueños escasos,
el diamante que atrasa hasta ser carbón.
Tuvimos esperas, demoras, traiciones.
Tuvimos la palma cerrada, la boca cosida,
el espanto de la imaginación

Paula Seufferheld

Paula Seufferheld | Fotografía: Camila Toledo.



Paula Seufferheld nació en 1974, en Palmira, Mendoza (Argentina). Es Licenciada y Profesora en Comunicación Social y Profesora de Lengua y Literatura. Desde hace 20 años ejerce la docencia en distintas instituciones de Nivel Secundario y Nivel Terciario. Ha publicado algunos de sus poemas en la Antología de poetas y narradores mendocinos (2008) y en La ruptura del silencio (2009); ambos compilados poéticos fueron editados por la DGE. También ha participado de distintos recitales de poesía organizados por la revista digital El Desaguadero de la que forma parte como redactora ocasional. En 2013 publica la primera edición de El pan de la soledad en Libros de Piedra Infinita. En 2014 es invitada a leer en el II Festival Internacional de Poesía de Mendoza realizado en el marco de la Feria del Libro provincial. Desde 2007 publica sus textos literarios y ensayísticos en su blog Proyecto María Castaña. En 2022 recibe, en el Certamen literario Vendimia, el primer premio en la categoría Poesía con una versión corregida y aumentada de El pan de la soledad. Actualmente trabaja en un libro inédito de prosa poética 528 Hz.


Náufraga

algo se aferró aquel día
¿te acordás?
pensé en las canoas
que vimos en ese museo
me contaste que los indios
con simple totora
habían logrado
que fueran impermeables
brillaron tus ojos
y ese simple dato 
fue una revelación

con tejido apretado
también nosotros
sostuvimos una red de días
y no quisimos hundirnos
por un tiempo fue nuestra la laguna
no percibimos 
la minúscula filtración
el desplazamiento cansado
los días sin viento

hoy que te evoco desde el barro
y el sol ha secado cada recuerdo
soplo palabras para alejarte
cáscaras de tierra que flotan
y se deshacen


Vitral IV

Alguien escribe en la mesa de un bar
ocupación efectiva para distraer la vida o desnudarla.


él desearía que el movimiento del bar se detuviera
para que su escritura avance
todavía cree que la palabra solo transita en territorios desiertos
como un elemento hostil que se abre en el vacío:
el escandaloso color de la flor del cactus en un paisaje ocre
la palabra que reconstruyó su infancia
y tensó la cuerda de sus dudas religiosas
la palabra que ahora modula
la emoción reciente de una partida

siempre tuvo pudor para escribir sobre el amor
pero el brillo de la pantalla lo interpela
y espera que su dolor se desgrane
(cada tecla que aprieta punza como la aguja de un tatuador
cada escena con ella es un fotograma a cortar
la historia toma forma se hace gesto se eleva es palabra)

por un siglo son las seis de la tarde
el mozo queda suspendido en mitad del salón
y la secretaria de la escribanía llora
mientras mira a través de la ventana

el texto queda inconcluso como su café
siempre ha tenido pudor para escribir sobre el amor
y no va a dejar de tenerlo

Daniel Fermani



Poeta, dramaturgo y novelista, se ha dedicado a la enseñanza y a la dirección teatral. Nacido en Mendoza, vivió también en Italia, donde aprendió que la desordenada vitalidad de Latinoamérica es siempre preferible a la maquillada muerte de Europa. Ha publicado cinco novelas, cuatro libros de poesía e infinidad de artículos y ensayos, seguramente olvidables.


Donde habita mi alma

 
Muchos dicen que la luz ahuyenta los fantasmas,
y es de sabios no pensar de noche.
Que la Luna, donde nacen los delirios y los sueños,
entorpece la razón, y abre las puertas
a los prohibidos templos de la mente.
Yo navego esos mares tempestuosos
donde reinan las voces de los muertos,
y frecuento las catacumbas de la sombra
en las islas sin nombre de la memoria.
He celebrado los ritos ancestrales
con los que el alma conjura los recuerdos;
no es mi patria el Sol del claro mediodía,
ni el canto de los pájaros que mueven nubes
radiantes, y hacen florecer la tierra.
Mi espíritu habita las sombrías galerías
donde resuenan los inciertos pasos
de todas aquellas cosas que no existen
y esperan la palabra que les regale un cuerpo.


Cuando la muerte
 
Pobre alma mía, tan pequeña y dócil,
quién sabe dónde andará vagando sola,
ella que sueña con la efímera inmortalidad,
y altanera me habla en las noches
a través del fulgor que vierte la Luna.
Si supiera que voy a dejarla, y huérfana,
sin nombre, sin hogar y sin palabras
buscará la patria que nos habían prometido,
pero nadie la verá, ni podrá encontrar el rumbo
que ambos extraviamos tanto tiempo atrás.
Dulce amiga paciente y melancólica,
¿quién va a cuidar de vos y de tus sueños
cuando ya no te abrace aquí en mi pecho?
Ojalá te duermas bajo un árbol sencillo,
una tarde cualquiera, serena y mágica,
y te reciba la tierra con ternura,
querida, diminuta, callada alma mía.

(inéditos)

Luis Alfredo Villalba

Luis Alfredo Villalba | Fotografía: Camila Toledo.



Luis Alfredo Villalba nació en Mendoza, en 1939. Poesía: Justificación de la Piedra, Poemas, A pesar de mí mismo, Persona, La muchacha del café, Hoteles baratos, Fotogramas, Aguas vivas y Contra el cielo y a favor de la tierra. Narrativa: La esquina a mitad de cuadra y Los cuerpos (novelas), Cuentos a contrapelo. Literatura para la infancia: los libros Cuentos para leer en la salita, Cuaquito y Viajes alrededor de una maceta. Cuentos y adaptaciones, en revistas. Cine y video: guiones y montaje de cortometrajes, y de largometrajes experimentales: El Hijo, Reflejos, la Cría y Mi tío Claudio. Escribió y dirigió Fiestas de la Vendimia, nacionales y departamentales. Fue docente de cine, en guion, taller de escritura y estilos cinematográficos. 


CUERPOS Y COSAS

las cosas nos recuerdan que los cuerpos estuvieron
no porque las cosas pertenezcan a los cuerpos

sino porque cada abrazo guiño golpe
modifica el espacio
cada gesto mano pierna torso acumula movimientos
forma ropas platos casas camas
adyacencias de los cuerpos
y los cuerpos adyacentes
se conjugan en ropas platos casas camas
en puertas donde se enhebran sombras y paredes
en sábanas que descubren amores o cubren fiebres
en zapatos donde un hombre cabe y cabe el mundo
en aromas calientes de verduras que se cuecen

los cuerpos adyacentes advierten sus presencias
resbalan sobre sus planos inclinan sus preferencias
eligen un ritmo y un jadeo punzante y un silencio ahuecado

y los cuerpos yacentes
son cosas que alguna vez tuvieron nombre
cárceles
prudencia
vinos dulces
ideas pelo calles libertades
botellas vacías vuelcos del corazón y marcas en el rostro

los cuerpos yacentes
son marcas débiles o profundas
son ahora en otros rostros
fuertes cicatrices en otras almas

las cosas nos recuerdan que los cuerpos estuvieron

(de Persona, 1991)



LASCIATE OGNI SPERANZA, VOI CH'ENTRATE

Las crestas suaves del fondo del mar
mecen su cuerpo ahogado, tendido entre algas verdes, pardas y rojas.
Los pececillos mordisquean los ojos, los labios 
y otras partes blandas de sus restos.
A las orejas aún no le hincan el diente
y tal vez escucha un eco de voces seductoras
que canta loas en las grietas de un barco que ya no flota:
¡La esperanza es lo último que se pierde!
Yo creo que es lo primero que hay que perder
si uno aspira conservar el cuerpo entero
con sus partes duras y sus partes blandas. 
Quisiera entrar al infierno de Dante para que cumpla su promesa:
Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate,
porque la esperanza es el opio de los pueblos.

Entonces, ¿nada?
Sí, el instante inasible, pero vivo.
¿Nada más?
No, nada menos. 

Mi cuerpo acecha, con la guardia entreabierta
los relámpagos ciegos, la duración del azar.

(poesía inédita)

Juan de la Maza




Poeta, autodidacta. 27 de Julio de 1953, español por nacimiento. 6 de febrero de 1962, argentino por adopción y sentimiento. Miembro de talleres literarios –siempre de poesía– desde los 22 años. Ha participado en antologías colectivas, entre ellas: Compadres, Denuncias, Fuego en las manos, Más allá de los poemas, Tapiz de decires. Desde los inicios como escritor manifestó interés en conocer y difundir las culturas originarias de América y, como consecuencia, un compromiso ecologista contra toda política «antinaturaleza».  Cuando alguien le dice: «¿Así que sos poeta?», contesta: «No sé si lo soy, pero siempre lo intento. Así será, hasta mi último verso».


INSTANTES


Algunas noches
el silencio comienza a sacar de mis grietas
la voz que la prisa retiene.
Son instantes de luna y lámpara
                       de volver pájaros algunas palabras
                       de sostenerme,
                                                  para seguir mañana.


CIRCUITO


Sigo por el mismo circuito.
                                               con una maleta de aire
                                                    y las huellas sin brújula
                                                      ---
Paso como uno más 
                                               sin encontrar miradas
                                                    -solo esbozos de sombras
                                                             me rozan y siguen...
No hay reparo en algún hombro .
                                                    -ningún ensueño
                                                                 para mi ensueño-
No hay...
                                                    -el ruido se tomó un descanso
                                                                  y se llamó al silencio..                                             
                                                                                    Mañana vuelvo a la celda...

domingo, 10 de septiembre de 2023

Luis Benítez




El poeta, narrador y ensayista Luis Benítez (Buenos Aires, 1956), es miembro de la Asociación de Poetas Argentinos (APOA), de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina (SEA) y del Centro PEN Argentino. Entre otros, ha recibido los premios: Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); Tuscolorum di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003), Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2007) y el Tercer Premio Municipal “Ricardo Rojas” (2022).  Sus 42 títulos han sido publicados en Argentina, Chile, España, EE.UU., Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay.


Haute couture

no hay profesión peor
que la de los diseñadores de moda.
esos que dictaminan convencidos  
si para esta prolongada temporada
el largo de los versos 
debe llegar hasta la rodilla
o bajar hasta los tobillos.
sus agrias mannequins desfilan luego
por todas las pasarelas disponibles
semejantes a enormes frutillas
—un gran salmón encarnado
trastabillando sobre altísimos zapatos—
o parecidas a ridículas cacerolas vueltas abajo
listas para el prometido aplauso
de la repetida 
tediosa novedad.
si el “cómo” debe estar medio desnudo
si corresponde que se vea el “qué”.
sus creadores aseguran que de haber sido invitados
homero y t.s. eliot dirían “está bien”
y casi ninguno vacilará en aceptarlo.
en todo asunto el dictado de la moda
es la peor cosa de este mundo.

                                          (de La vida entera, Pro Latina Press, Nueva York, 2023)



poesía    siendo mujer    por qué no te acuerdas de nosotras

las que no tenemos nombres
que figuren en los libros
las que fuimos olvidadas
en oriente y occidente
borradas de toda memoria
maldecidas por el recuerdo
adoptadas por el olvido
poesía    quién escribe tu alzheimer 
quién mutila
quién desgarra

                                          (inédito)

sábado, 9 de septiembre de 2023

Ricardo Luis Trombino

Ricardo Luis Trombino | Fotografía: Camila Toledo



Ricardo Luis Trombino. Profesor y Magister en Letras, docente en la Universidad Nacional de San Juan. Estudioso y divulgador de la literatura sanjuanina. Creador y conductor de programas radiales en Radio Universidad de San Juan. Colaborador en periódicos y revistas. Su creación poética aparece en antologías provinciales, nacionales y de Chile. Libros de poesía: El azar de las palabras (1993); Territorios de fin de siglo (2000) y Persistencia lejana (2009). Editor de la plaqueta Poemas de Necesidad y Urgencia. Organizador y Jurado de concursos de poesía, cuento y ensayo. Conductor de Talleres Literarios desde 1984. Cantautor, participante en diversos recitales y festivales, además de grabaciones en discos compactos editados en San Juan. contacto: ricardotrombino59@gmail.com 
  


CANTO RODADO

Es cuestión de las acequias, en tiempo ayer las palomas,
el sueño en la montaña nueva y los pies cansados 
de empujar arriba el peso de una aventura a lo alto.

Me dijeron una vez vale la pena, sí, 
la mecida tonada de un recuerdo
cuando la torcaza sobrevuela nombres quietos de la siesta.

Empujé travesías a desgano de piedras
con un fulgor zonda calcinando entusiasmos.
Busqué en sombra de algarrobo la respuesta del desierto,
agua como vena por debajo de la tierra.

Tiré piedras en el río del verano, 
espejé en su caudal mi poesía;
me llevó rodando a los sueños de la nieve,
me trajo cordillera en cristalinas gotas
y descubrí en su arena mi destino.

Hoy, poeta deletreando los cerros,
acunando en el valle comisura de olvidos, 
abrazo una guitarra de árbol recuerdo
y canto un poema, me reúno con los álamos,
me refresco la historia en las acequias;
viene en remolino el ayer, días infancia de los pájaros
que enjauló el pavimento de otra costumbre,
una traición por la espalda del sueño.

... Y este grito hecho verso rasgando vientos de la tarde,
palabra que me salva para crear de nuevo
el horizonte postergado. 
Y me invento otra calle para despertarme,
saludo a los pájaros en la incertidumbre del lucero
para que me nombren los días futuros 
y se meza entre los álamos mi renovado canto,
poema despojado, desnudo,
la voz creadora de mis ojos en la urdimbre del río distante,
en la cumbre del agua gestando racimos.

Ando entonces, desde entonces, 
como canto rodado,
pariéndome otra vida
mientras ruedo por el tiempo de los sueños
en despojo y apropiación del mundo,
hilo de sol en mis aristas,
dorada huella en la veta de las búsquedas.

Tengo el nombre de la sed bautizándome los años
y el lagar de estos poemas para beberme otra vida.

(del libro Persistencia lejana, Vinciguerra, Bs. As., 2009)


SOFÍA  

Distante en la noche de los grillos
Sofía me mira.
Por la médula del insomnio se posa en los árboles,
gesticula un abrazo hasta el fondo de mi sueño,
adelgaza las paredes con el ansia de su boca,
pasea con su estrella el vértigo de las horas.

Siempre sonríe. 
Con un manso murmullo atraviesa la lluvia.
Sofía no duerme.
Por la pupila de su tiempo camina un desvelo.
Y en el fondo de todos los pasos y después de todo
mi verso la toca en total posesión de palabras.
Se viste con recursos que esgrime mi alfabeto.
Es el antes y el después de cada poema extraviado

En la profunda sombra del plenilunio
baila en punta de labios por mi deseo insomne,
juega con una cercanía cada vez más lejana.
Yo me voy tras un perfume
que se estaciona en la piel de los árboles
y se desgasta en el viento la caricia azarosa

Sofía canta,
deja en mi guitarra la exacta sílaba de las búsquedas.
Luego la nombro y ninguna mujer la recuerda,
todas ellas me preguntan por Sofía
y yo deposito en cada mano las letras de su nombre.

Me miro en el espejo
en el mapa de todas las arrugas...
Sofía nace de mis lágrimas,
me toma las manos y me besa.
Me diluyo en relojes de agua por la urdimbre de su sangre,
salto calendarios, la llevo y me deja;
retorna y me pierdo por miedos y audacias.
Nos abrazamos 
mientras un libro gira suave las hojas de una historia

Sofía escribe.
En mi garganta repite palabras de algún día lejano.
Tiene una silueta para el amor de todos mis veranos
y una ausencia parecida a cada invierno.
Sofía vuelve,
siempre vuelve Sofía para salvarme la pena.
Toda ella me duele en la piel y me brota en la risa.

El rostro de Sofía
                        es un eco de todos los abrazos perdidos.


(del libro Poesía Argentina Contemporánea, Fundación Argentina para la Poesía, Bs. As., 2013)




Alejandra Adi



Alejandra Adi es licenciada en Comunicación Social, especializada en Periodismo Digital y Escritura Creativa. Su libro de poemas Cualquiera diría que rezaba fue publicado por la editorial mendocina Peras del Olmo. Algunos de sus microrrelatos integran antologías de Argentina, Chile, Perú y México. Forma parte del libro Cuentos de la ruta del sol (Desde la Gente). Fue traducida al francés y recibió el premio Escenario en Letras (2014). Ganó el certamen de Microrrelatos en Instagram del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y fue finalista del concurso Itaú de cuento digital. Con el videopoema Tratado de la siesta ganó el Certamen de Videopoesía del Ministerio de Cultura de Mendoza (2021) y el concurso nacional del festival Poesía Ya (2022). Se formó en talleres dirigidos por Mercedes Fernández, Silvia Itkin, Natalia Zito y Laura Galarza. Integra la Red de Escritoras de Microficción. Comunicadora y docente en la UNCUYO.


I

Hoy leí tres poemas distintos
en los que nombraban a Dios
Buscaba las coordenadas para salvarme de un nuevo fracaso
Desmenucé versos
Mordí las palabras como a un hueso
Quise convencerme de que todo ya está escrito
que alguien debió hablar de esta soledad
que va como un péndulo
de una pregunta a otra
que alguien logró pronunciar la palabra desolación sin sentirla
que alguien describió la tibieza del susurro de la muerte
y dejó de sentirla una amenaza

Dios fue nombrado tres veces hoy
en distintos poemas
Quizás eso sea la fe


II

Vengo de poemas
escuálidos
como huérfanos
Vengo sólo de ideas que rondan la casa
como moscas atraídas por la basura
del baldío
En cualquier momento nos tapa la maleza, pienso
mientras miro por la ventana
y empiezo a escucharles el zumbido
Y una rama que no es verde ni brilla
se eleva desde el piso de la cocina
como una serpiente a la que encantan
y primero me abraza
         y después me ahorca


(del libro Cualquiera diría que rezaba, Peras del Olmo, 2023)

viernes, 8 de septiembre de 2023

Cecilia Pavón



Cecilia Pavón nació en Mendoza en 1973 y vive en Buenos Aires desde los 90, donde se recibió de Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Escritora, editora, y traductora, en 1999 fundó junto a Fernanda Laguna la galería de arte y editorial Belleza y Felicidad. Publicó los libros de relatos Los sueños no tienen copyright (Blatt & Ríos, 2010, 2022), Once Sur (Blatt & Ríos, 2013, Mansalva 2018), Pequeño recuento sobre mis faltas (Overol, 2015) y Todos los cuadros que tiré (Eterna Cadencia, 2020); y los libros de poemas: Diario de una persona inventada (Blatt y Ríos, 2023) 27 poemas con nombre de persona (Triana, 2010), Un hotel con mi nombre (Mansalva, 2012), Querido libro (Neutrinos, 2018) y La libertad de los bares (Mansalva, 2020), entre otros. Su obra ha sido traducida al portugués: Fantasmas bons (Macondo, 20239), Discoteca Selvagem (Edicoes Jabuticaba, 2019); al inglés: Little Joy, selected stories (Semiotexte, 2020); A hotel with my name y Licorice Candies (Scrambler Books, 2015) y al francés Bon bons a l’anis (Varichon & Cie, 2023). En 2020 fundó Microcentro, un espacio dedicado a la experimentación poética a través de talleres y lecturas. 



Siempre que quiero escribir poética
la mano, sola, escribe: política
Salgo a la calle y no sé hacia dónde salgo
constantemente la desorientación se apodera de mí
y pienso en el gobernador
de la poesía
Quién es el gobernador de la poesía
de la telepatía.
No quiero usar la poesía para decir
países recursos guerra
Siempre que quiero escribir poética
la mano sola escriba política
Si la poesía funciona para vos
por favor decile a los demás
cómo es para que la poesía funcione para ellos
Pienso en el gobernador de la poesía
de la telepatía




Free time


Tengo tiempo libre
 Y cien mil pesos en el banco
(que son menos de 500 dólares, pero no importa)
Me doy el lujo de ir a mi oficina
 y “hacer como que trabajo”, 
estar dos horas mirando la pantalla vacía
y escribir una sola línea
de un poema cursi sobre una planta.
Puedo hacer como que trabajo
y escribir los poemas más cursis, 
más básicos, más primitivos,
esos que se escriben en diez minutos,
y después salir a pasear por la calle Florida
en plena decadencia.
Entrar a Falabella y comprarme unas calzas
de lycra rosa-chicle.
Soy feliz, alguien me prestó una oficina 
para hacer como que trabajo.
El aire en esta parte de la ciudad es siempre una
brisa fresca, la luz de noviembre
mi corazón sonríe.
Tengo cien mil pesos en el banco
y puedo “hacer como que trabajo”.
Ninguna obra de arte se va a parecer nunca
a esta felicidad.


(de Diario de una persona inventada, 2023)

Bárbara Alí




Bárbara Alí es Licenciada y Profesora en Letras (UBA). Cursó la Maestría en Crítica y Difusión de las Artes (UNA). En el 2014 obtuvo una mención en el Concurso Pablo Neruda. En 2016 publicó La mancha de los días (Editorial Qué diría Víctor Hugo?). Compiló, junto con Roxana Molinelli, la antología de poesía Otros colores para nosotras (Editorial Continente). En 2020 publicó Movimiento de ida (ediciones deacá) y la segunda edición de La mancha de los días (Editorial Kintsugi). En 2021 resultó ganadora del Premio Unicaja de Poesía con el libro Memoria fantasma, publicado el mismo año por la Editorial Pre-Textos. En 2023 publicó Amor animal (Editorial Viajera).


DOS POEMAS

Desde hace unos meses 
quiero aprender braille 
ensayo pasando 
la yema de mis dedos 
por cualquier cuerpo o cosa 
donde creo 
que puede haber una respuesta. 
Cuando pasé el otro día 
mis dedos por tus labios 
decía 
las palabras no alcanzan 
hay que buscar 
en otro lado.


*


Escribo como quien da testimonio 
en una comisaría 
quisiera las teclas  
de una antigua máquina de escribir 
su ruido hasta al fondo 
el carril que llega al otro lado 
hace tope y suena  
hacer tope como hacer pie 
en este mar oscuro  
a quién preguntarle qué pasó 
desaparecido 
dice el expediente 
la palabra suena a fantasma 
cierro los ojos y todo es blanco 
blanco es el color de los que olvidan 
y yo quiero despertar.


De Memoria fantasma (Editorial Pre-Textos, 2021)

Rolando Revagliatti




Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, la Argentina. Publicó en soporte papel un volumen que reúne su dramaturgia, dos con cuentos, relatos y microficciones y diecisiete poemarios, además de otros dos poemarios sólo en soporte digital. En esta condición se hallan los seis tomos de su libro Documentales. Entrevistas a escritores argentinos, conformados por 159 entrevistas por él realizadas. Todos sus libros cuentan con ediciones electrónicas disponibles en http://www.revagliatti.com

 
Loro y gato


Un loro
vivo
encima
del blanco desnudo
cadáver
del desdichado
burgués

Saliendo de un cuadro
un gato
el último
de esta
noche
saltando y corriendo
cenándose al loro
vivo
encima
del blanco desnudo
cadáver
del desdichado
blanco desnudo
burgués.


Pablo Picasso


Me quedo con tu ojo derecho
con tu suma de destrucciones
con dientitos que sin embargo son una sonrisa
con ése y con cualquier otro de tus sombreros y bonetes
a candoroso sobrenivel de las cabezas

Dicen lo que son esos dedos desnudos
estrellitas erectas
en franjitas erectas
había lo bonito debajo de los cuernos

En el ojal un colibrí
despunta donde yo vi una llamarada

Labios o peces de los arrabales en las paredes de una capilla
un cura de espaldas a una mujer de perfil
invitación a los bordes de una mujer de espaldas
plaza de sombras y banderas
pisan toro y torero
un seno rubio despierto debajo del collar
rostro del tamaño de su pezón sorprendidísimo

Demasiadas escarolas detrás de los pabilos
disponiendo de orejas, manoplas o tal vez marimoñas
y perpetuando un guitarrón asimétrico
ojo con el que me quedo

Una gata me huele antes de enloquecer
y se fuga entre curvas y penes aguileños
y un gallo en pastel se fuga con la gata.

Rubén Valle

Rubén Valle | Fotografía: Camila Toledo



Rubén Valle (Mendoza, Argentina).  Periodista y escritor. Ha publicado los libros de poemas Museo Flúo (1996), Los peligros del agua bendita (1998), Jirafas sostienen el cielo (2003), Placebos (2004), Tupé (2010), Grietas para huir (2012), Lo negro de la nieve & otros poemas así (2018), La lengua del ahorcado (2019) y Ojodrilos (2021). Como narrador participó de Mitos y leyendas cuyanos (1998), editado por Alfaguara, de la antología de textos para niños Ellos, los otros & nosotros (2003) y de La mirada del cóndor (2017). En 2013 publicó en la editorial Ebook Argentino su libro de relatos y microrrelatos Desperté en el bosque después de haber soñado un bosque. En 2015, por la misma vía, editó La medida de lo posible. En 2020 y 2023 publicó respectivamente en Ediciones Peras del Olmo sus libros de narrativa breve Modo luciérnaga y Cono del silencio. En dos oportunidades obtuvo el Primer Premio Certamen Literario Vendimia en la categoría poesía, organizado por el Ministerio de Cultura de la provincia de Mendoza. En el 2007 ganó el primer premio del concurso Ciudad de Mendoza. Ha trabajado en varios medios de su provincia (Diario UNO, Los Andes, MDZ online, entre otros). Actualmente es el director de Prensa de la UNCUYO. 

 
El huevo o el poema

¿Cuál de los dos predijo el big bang,
su imperativa metáfora de lo posible?
¿Quién parió la primera muesca
y lanzó a la nada aquel berrido inaugural?
¿El huevo o el poema?
¿El poema? ¿El huevo?
Con ínfulas de esclarecido el poeta sentencia:
el poema siempre es el huevo
De él nace cada día una nueva Roma
Un camino para el cojo y el ciempiés
Una casa abierta a los diletantes
Y no pocas veces un decamerón
                            que vela y desvela
nuestros sueños más sombríos
Es el poema quien prohija al amor
en pleno sturm und drang 
y en el palimpsesto de lo desandado
bifurca a ciegas ese sendero por el que arriban
las preguntas y raras veces parten las respuestas.

El huevo siempre es el poema.


De Ojodrilos (Ediciones Peras del Olmo, 2021)

 

Tú no eres Stephen Dixon


La foto está equivocada
Ese hombre semicalvo y de lentes ordinarios
nunca podría haber escrito Adiós al adiós ni Hora de irse
o Un tipo enamorado o Golpe en la cabeza
Puede que esa mano en una máquina de escribir
se parezca a su mano en otra máquina de escribir
Pero esa mirada algo turbada como la de alguien que busca
a un mozo esquivo o a la mujer que huye en un taxi
no es la de Stephen Dixon claro que no
El impostor ni siquiera reclama ser el original
Está ahí como podría estar armando origamis o leyendo un libro
Quizás sería el protagonista jamás el autor.

(inédito) 

Sergio Pereyra

Sergio Pereyra | Fotografía: Camila Toledo



Sergio Gabriel Pereyra nació Mendoza (Argentina) en 1974. Estudió Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo. Del 2001 a la fecha ha ejercido la docencia en escuelas secundarias. Redactor de la revista de poesía El Desaguadero, participó en la antología de poesía mendocina contemporánea La ruptura del silencio (2009). En 2013 fue becario en la clínica de poesía dictada por Tamara Kamenszain. Fue parte además de los espectáculos: Herencia poética y El Este también existe. En 2015 publicó su primer libro, Un objeto transparente (Libros de Piedra Infinita), y en 2016 Hamlet a la hora del desayuno (Primer Premio Certamen Literario Vendimia de Poesía). Su libro inédito Voces en desorden recibió una mención en el Certamen Literario Vendimia 2022. 


MENTE AGRADECIDA 

Entre los esqueletos tallados 
por el otoño he visto la luna
justo cuando la molestia 
del hielo en la nariz
se convertía en el gusto
de los pulmones activos 
y comenzaba el calor 
a trepar por las piernas 

la osamenta del sauce 
la nariz las piernas la noche 
han sido donaciones

donaciones el aire
el invierno
el silencio.

(De Un objeto transparente)


CUARENTA 

Con tinta azul en libreta negra 
acaso porque la letra disciplina 
anoto las tareas de la jornada

sorprendido compruebo la insistencia 
de infinitivos voluntariosos
-leer lavar corregir comprar-
mientras que de caricias y besos 
de compartir un fernet o una ducha 
no se dice nada

demasiadas páginas sin tu nombre 
tantas como duran los intentos 
de hacerle caso a mi edad. 

(De Hamlet a la hora del desayuno)

Carlos Vallejo



Carlos Vallejo nació en Mendoza en 1967. Se graduó de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba. En 1984 obtuvo el Premio a la Literatura Juvenil Latinoamericana (Fundación Givré, Buenos Aires). En 1985, ganó el Primer Certamen Provincial de Poesía (Provincia de Mendoza).  En 1990 recibió el Premio Arte Joven de Mendoza. En 1991 fue ganador, entre miles de trabajos, de la Nueva Bienal de Arte Joven de la Ciudad de Buenos Aires. En 1992 fue premiado con el mayor premio de la Región Cuyana, el Certamen Literario Vendimia, que obtuvo nuevamente en el año 2000. 
En 1993 recibió el premio Aleph. Fue uno de los miembros del grupo Las Malas Lenguas, referente indiscutido de las nuevas generaciones literarias mendocinas. En 1987 publicó el libro Amores Insepultos, en 1998 el libro Postal en movimiento y en el año 2008 el libro El vientre que danza
Sus trabajos han sido publicados en numerosas revistas y diarios argentinos y extranjeros.
También participó en las antologías Arte Joven 90, El ins/dulto y el libro de texto Las provincias y su literatura: Mendoza. En julio del año 2000, fue elegido por escritores de todo el mundo, para cerrar el encuentro internacional de escritores que se realiza todos los años en Santiago de Cuba. En el año 2016 sus trabajos fueron publicados en la Antología Federal de Poesía, Región Cuyo Andino.




6

Su madre murió con la tristeza de los barcos anclados.
El mismo signo atraviesa su vientre.
Todos los días abreva en el mismo pantano,
pero se aferra al pulso porque no cree en la resurrección de los gusanos.
La verdad es una máscara bifronte.
Ya dejó de ser niño. Pero un día despertará 
y se irá galopando en un dragón de plata.



8

Había transitado innumerables vidas cuando se abrió el relámpago.
Vio la mísera mueca repetida cuyo cordón de cal enlaza
el cuello de los monitos parlanchines.
Entendió que el silencio es una alegoría de todos los idiomas.
No fue más sabio. Pero al menos encontró una certeza:
-Cada hombre es una constelación que se traza en los ojos
de los guardianes del infierno-. Y eso es una mentira.



58

Cuando llegó el sol a su conciencia
estaba urdiendo un árbol sin raíces.
Bonita especie, con brazos musculosos 
y savia en abundancia, en un suelo de fango.
Alrededor, miles de objetos se diluyen
porque el brillo es efímero como el motor de las luciérnagas.
La niebla es leve. La luz un sitio sin retorno.

(de El corazón de los espejos)

Sofía Luz Bordallo




Poeta, recitadora, fotógrafa y estudiante de la Universidad Nacional de Cuyo. Nace un 11 de febrero de 2002 en el departamento de San Martín de Mendoza. En su trayectoria literaria, bajo el seudónimo Kissa Sonnen Blume, cuenta con cinco poemarios, llamados: Poemas de un amor benévolo, paciente y desesperado (2022), Ebullición implosionada (2022), Palabrerío (2022), Crónicas de tankas sonámbulos (2023), Pieza faltante (2023), de los cuales solo ha logrado publicar el primero en formato físico. Es organizadora desde noviembre del 2022 del slam poético que se realiza en la Galería Dorothée, San Martín, Mendoza. Actualmente, estudia Licenciatura en Letras en la Universidad de Cuyo, escribe su sexto libro y sigue desempeñándose como fotógrafa y como organizadora del slam poético.



MI HOGAR

Estoy recostada sobre una cama de madera
puedo sentir una de las tablas atentar contra mi columna vertebral.
Me abriga un cubrecama grueso de moho fresco suave.

Sobre el pelo tengo una corona de arañas patonas
que me han hecho compañía toda la noche.

Mi cuerpo revive y se recompone.
Procuro empezar con el pie derecho y me deslizo
por toda una pasarela de verde pasto húmedo.

Hay quienes creen que esta casa no es una casa
que es un baldío, un hábitat salvaje,
pero esta casa es mi casa.

Las paredes craqueadas gritado por lija y pintura
son similares a mis huesos entumecidos.
Su color amarillento es similar al calcio de mis dientes.

La humedad, goteras y hongos de cada esquina
son similares a mis cicatrices, a mi benevolencia, a mi verdad.

Esta casa tiene vidrios empañados, trizados y rotos,
como todos los corazones que he conocido.
El techo se voló, o lo quitaron, o lo robaron
al igual que mi historia.

Creo sentir a veces que esta casa vibra
y sé que está llorando, porque ésta es mi casa.

No tiene muebles nuevos, ni siquiera limpios.
La poca vasija que almacena está usada
y con múltiples películas de polvo similares a mis ideas.
Yo sé que mi casa sufre
y yo sufro con ella.

De cemento son los pisos, donde caminás tropezás,
es como si no lo hiciera a propósito, pero igual te lastima.
Me lastima y yo siento lástima
porque esta casa es mi casa, es mi hogar.

Tiene las cañerías tapadas y los oídos bien abiertos,
la boca cerrada y los ojos muy atentos.

Cada perilla o engranaje está distribuido,
de manera casi perfecta, creando señales, acertijos
que hacen de esta casa mi casa.
Nadie puede ver a esta casa por su esencia real,
solo yo soy la afortunada.

La casa susurra secretos que nadie oye,
solo yo soy la afortunada.

Huele a querosén y queso cheddar,
pero a veces huele a pétalos jóvenes de jazmín
y nadie puede olerla, solo yo soy la afortunada.

Respira por pulmones chamuscados
y su corazón y el mío laten al unísono.

Formo parte de la casa hace años.
Yo soy la cama, las paredes, el techo, los vidrios,
el cemento, las cañerías, los oídos, la boca, los ojos.
Yo soy la esencia real, el querosén y quien respira.

Esta casa es mía, desde hace años, desde hace décadas
desde que el alba se hizo ocaso
desde que el día es solo noche,
desde que la noche desapareció.



LOS DETALLES DEL DIABLO

“Donde no cabe ni el diablo,
se mete una vieja”
(Dicho popular)


Desde muy chiquita
mi abuela siempre repetía
refranes sobre el diablo.

Cada vez que detectaba uno en alguna revista
lo anotaba en una pequeña libreta,
con su tapa llena de estampitas
de la Virgen María.

Hay que estar muy atenta me decía,
de manera empalagosa y confiable:
“Mi vida, mi amor, niñita,
el diablo está en los detalles".

Yo no la entendía.
A una nena de 5 años
los refranes le parecen
simplemente groserías.

"Cuando se reúnen los aduladores,
el demonio sale a comer".
Me conociste por sorpresa.
Rodeado de tus amigos cual bandidos
decidiste arruinarle la vida a una de tus presas.

"Cuando el diablo habla, licencia tiene de Dios".
Dos gotas de miel madre
y caí en tus encantos,
no importaba que afuera lloviera a cántaros.
Me devoraste el alma
y aún así pensé que adentro, resguardada,
era donde más segura estaba.

"Dios hizo el besar, y el diablo todo lo demás".
Si pudiera volver al pasado
nunca habría bailado con el diablo,
quiero mi niñez de vuelta.
Debería haberlo prevenido,
algo debería habérmelo anunciado.

“Los años pasan, el diablo es el mismo”.
El sismo del tiempo
voló todos mis recuerdos,
pero regresarán como ráfagas
para martillar el pecado
de un cuerpo confiado y estancado.

“A la mujer que bebe que el diablo se la lleve”.
La culpa mezclada con el asco
prepararon el mejor cóctel embriagante de razón,
tanto que he deambulado por años
en un mar de caos y exacerbación.

"Donde el diablo puso la mano, huella queda para rato".
Crecí tan rápido
que no me dio tiempo de cerrar la herida
y palpitantes en mi pecho
los ecos del pasado me impiden dormir
y vivir.

“El diablo nunca duerme,
pero se hace el dormido cuando le conviene”.
Peleo con tu fantasma alrededor de mi cama,
estoy por darle fin a la batalla.
Ojalá Dios le dé descanso a mi alma.
Tu recuerdo siempre se sentirá como balas.

"Bien sabe el diablo a quien se le parece".
¿No era yo parte de aquel embrujo
que al estar al lado tuyo
me volví una peor versión de vos?

"Cuando Dios se hizo hombre
ya el diablo se había hecho mujer".
Silencio.
Pestañeo rápido.
Temblando miro mis manos
llenas de
tu sangre.
Y si el diablo está en los detalles,
y si bien sabe el diablo a quien se le parece,
y si el diablo se hizo mujer,
será que por tonto tomó el diablo al otro diablo
y se fue al infierno sin él.
© Festival Internacional de Poesía de Mendoza 2023
Maira Gall